La agrupación estadounidense concretó su tetralogía de álbumes, en la cual, la inspiración fueron las 4 estaciones, tal como en los famosos conciertos del compositor de la era barroca Antonio Vivaldi; y naturalmente, cerraron el año presentando ‘Winter’, el cuarto EP que llegó para convertir el frío del invierno en un cálido sonido bastante prometedor.
El primer sencillo ‘I Want a Dog’ fue lanzado el día 9 de diciembre del año en curso, y no sólo cambió la clásica idea de que en navidad sólo podemos tener villancicos y canciones tan alegres que se sienten como darse un chapuzón en una taza de chocolate caliente, sino que nos brindó un sonido diferente en donde la esencia invernal se vuelve más viva, ligeramente triste y eléctrica, y nos regala una guitarra y bajos bastante consistentes, y una potente batería, que en esta ocasión fue complementada en algunas de las canciones por Demián Arriaga, quién por primera vez se integra a la producción de la banda; pero que a su vez ha trabajado con celebridades de la talla de Richie Kotzen, Miley Cyrus, Jonas Brothers, entre otros, además de contar con su propia propuesta musical.
La banda liderada por Rivers Cuomo nos presentó un material con 7 canciones que te mantendrán en una montaña rusa de emociones, partiendo desde la suavidad y frescura, hasta una sensación de calor, ligera nostalgia y electricidad (en Spotify el álbum ‘Winter’ integra también las canciones de SNZS: Spring, Summer y Autumn):
- I Want a Dog
- Iambic Pentameter
- Basketball
- Sheraton Commander
- Dark Enough to See the Stars
- The One That Got Away
- The Deep and Dreamless Sleep
Podemos asegurar que este ambicioso material no es causa del azar, tiene un desarrollo meticuloso, y es evidente la ingeniosa preparación del material no sólo en la parte de composición, letras y producción general, sino en la increíble presentación de las portadas, las cuales como mencionamos anteriormente en la reseña de ‘SNZS: Spring’ y ‘SNZS: Summer‘, salen completamente de la visión clásica de forma gráfica, que Weezer ha manejado en su amplia carrera en la cuál cuenta ya, con más de 10 álbumes de estudio.
Weezer nos ofrece sin duda un álbum cálido y aterciopelado pero bastante electrizante, que nos invita a evocar ese sentimiento de amor familiar, y a su vez la ligera y/o profunda soledad que a veces esta época del año nos hace sentir, dándonos un equilibrio entre un soft rock y rock clásico, con contrastes de sonidos altos y bajos inspirados en los 80’s, y música con una melodía que se siente muy familiar y personal, que entrañablemente nos hace querer escuchar más. La intención general de la banda, fue crear un álbum con sonidos que asociamos a la navidad, pero que a su vez se sintiera triste y bastante profundo, en lo que ellos definen como un “Triste álbum de navidad”, en donde además se contrasta con acentos de sonidos vivos, poderosos e inesperados que dan a cada sencillo un desarrollo musical muy bien balanceado y consistente de inicio a fin.
Esperamos que la banda continúe innovando y creando materiales así de ambiciosos, en los cuales sigan perfeccionando su sonido sin perder la magia tan especial que ha caracterizado y mantenido a lo largo ya, de más de una década de carrera.