“Cúrate, mi niña, con las hojas de la menta y la hierbabuena, ponle amor al té, en lugar de azúcar, toma y mira las estrellas” se apagan la luces y escuchamos a una mujer recitando un poema de Maria Sabina, Natalia sale al escenario con un vestido negro de gala, con una cola enorme que cubría gran parte del escenario, observa a su público y en silencio procede a tomar su guitarra y tomar asiento.
Así es como inicia la presentación “De todas las flores” con esa elegancia, nostalgia y al mismo tiempo empoderamiento que tienen sus letras. Natalia comienza tocando los primeros acordes de “Vine solita”, un auditorio perplejo por la belleza de su voz que cantaba: A este mundo vine solita, solita me voy a morir. El recinto se llenó de aplausos y así es como Natalia siguió tocando el álbum de principio a fin acompañada por sus músicos talentosos y orgullosamente jarochos, canciones como: “De todas las flores”, “Pajarito colibrí”, “María la curandera” fueron bien recibidas por el público y los increíbles visuales abstractos que acompañaban las canciones al ritmo haciendo una experiencia audiovisual perfecta. Por último Natalia dio paso a “Muerte” dónde se levantó de su asiento para hacerlo todo un performance en el que la gran cola del vestido terminaron por cubrirla por completo para al final arrancarlo, recogerlo y celebrar junto con el público de que se estaba deshaciendo de el.
La cantante jarocha toma un respira y sus músicos hacen los suyo mientras cambia de vestuario y comienza la segunda parte del show, que vino acompañada de “Cien años”, “Llorona”, “Veracruz”. Natalia invitó a Silvia Pérez quien dijo que es muy amiga suya y han estado componiendo canciones juntas e incluso una noche cantaron por 12 horas seguidas, la cantante se unió a Nat para cantar una canción nueva que acaban de componer de nombre Mi última canción triste.
Buenas noches mi México, ¿cómo están esos corazones? ¿están listos para cantar?
Dijo la cantautora originaria de Veracruz, quien dijo estar muy agradecida de las muestras de afecto y anunciando que venía la mejor parte del show, una mezcla de éxitos para que todos pudieran cantar y bailar, “Lo que construimos”, “Ya no vivo por vivir”, “Para qué sufrir” y “Hasta la raíz” fueron tocadas con un ritmo más ameno y bailable para alegrar los corazones de los asistentes.
“No hay que sufrir, ni tenerle miedo al amor, nos han hecho creer que hay que tenerle miedo y no debe ser así.
Natalia Lafourcade terminó su presentación con “Nunca es suficiente” en su versión cumbia seguida de “Tu sí sabes quererme” para despedirse de sus fans, tomándoles la mano a los más cercanos al escenario y agradeciendo el momento.