Nos pusimos electrónicos este 14 de Agosto en la gira Pixel Tour de Moenia (grupo integrado por Alfonso Pichardo, Alejandro “Midi” Ortega y Jorge Soto) el cual tuvo lugar en el recinto musical más icónico de la ciudad de México, el auditorio nacional, con el fin de celebrar sus 30 añotes de carrera del grupo. 

Como ya es conocido, a Tláloc le encanta hacer de las suyas, sobre todo en estas fechas, y para colmo, justo a la hora del concierto nos regaló un tormentón de aquellos que detienen la ciudad por completo, pero como buenos fans ni siquiera eso nos detuvo para estar presentes, eso sí, un poco mojados. Moenia empatizó con la situación y retrasó el concierto unos 30 minutitos para darle ese chance a aquellos que llegaban hasta remando o nadando. A pesar de ser mitad de semana, de la ya mencionada lluvia y ser la tercera vez que hacían un concierto en el auditorio de la misma gira, tuvieron un sold out y llenaron a full el lunario.

Ya entrando al interior del auditorio para irnos aclimatando, nos recibió el grupo Zoonicks, una banda mexicana de música electrónica conformada por Marco Pereza (Voz/Six Bass/Guitarras/Synths) Pepé García “PPG” (Sintetizadores y programación) Liliana Rodríguez (Batería). En este proyecto, ellos fusionan elementos del rock y el pop electrónico de los 80’s y 90’s con un resultando un sonido edificado por melodías y una atemporalidad inherente a su propia estética moderna.

Cuando nos encontrábamos un poco más secos, Moenia nos impresionó con una entrada fuera de este mundo entre luces y pixeles. Los integrantes de Moenia arrancaron el concierto portando unos cascos de forma cúbica muy ad hoc con el concepto de la gira, los cuales, gracias a su diseño, proyectaban formas y colores que se sincronizaban con la música del entorno. Como si hiciera falta o por si acaso existiera algún despistado, Alfonso Pichardo, el vocalista, nos recordó con sus primeras palabras en el concierto “Nosotros somos Moenia, música electrónica en español” mientras sonaba la canción “Summer drive”.

Poco a poco la audiencia se ponía en sintonía; sonaba “Tú sabes lo que quiero” como telón de fondo mientras Moenia nos iba encaminando más y más en su peculiar mundo electrónico de neón. Cuando sonó “Déjame entrar”, fue como si una chispa interna en la memoria nostálgica del público explotara e hiciera que no nos pudiéramos contener más las ganas de pararse a cantar a todo pulmón. Con la canción “Lo que tú digas” la atmósfera se puso más rockerona y nos pusimos a brincar al ritmo de esos solos de guitarra de Alejandro Midi.

Con las luces atenuadas y para calmarnos un poco el ambiente, el grupo cantó “Prohibido Besarte” y “Llegaste A Mí” de manera acústica, haciéndonos suspirar un rato. En lo que fue una pausa breve, Alfonso nos comentó que justo hace 24 años dieron su primer concierto en el Auditorio Nacional; llenos de orgullo se sentían agradecidos y honrados por todo lo vivido y sobre todo por nosotros, sus fans.

Ahora sí, ya con el corazón repleto de sentimientos para volvernos a poner en armonía, empezó a sonar “No Importa Que El Sol Se Muera” y “Llámame Si Me Necesitas”, uno de sus más recientes hits. Minutos después se apagaron todas las luces del escenario dando inicio a lo que sería una de sus mejores presentaciones audiovisuales de la noche. Dentro del escenario a oscuras quedó un solo set iluminado al centro que con sus halos de luz emulaban en ocasiones un cubo o una pirámide y a su vez dibujaban una cortina delicada y difusa dejándonos entrever a los integrantes de nuevo con sus particulares cascos cúbicos; un espectáculo exquisito que seguro le robo el aliento a más de uno, todo esto mientras sonaba “La Flama Del Amor” y “Solo Lastimaste”.

Por un momento, mientras comenzaba a sonar “Fotonovela” en el medio del show de efectos y luces, para sorpresa de todos, Alfonso nos anunciaba la entrada al escenario de la banda Sussie 4, banda invitada formada por Odín Parada y César Gudiño con la participación en esta ocasión de Valentina González, banda originaria de Guadalajara con aires de electro house, añadiendo a su refrescante estilo el uso de timbales, bongos, trompetas entre otros; de inmediato se sintió la vibra fresca y sutil de Sussie 4. Fue todo un lujo poder volver a escuchar “On Time” de Sussie4 en la que Alfonso se mezcló de manera ingeniosa con su hit “Como Ves” haciendo sonar ambas melodías como si siempre hubieran sido una sola.

Con la partida de Sussie4 del escenario, comienza a sonar “Contigo Estaré”, poniéndonos a todos melancólicos y es ahí que durante una nueva pausa para darnos un muy merecido brindis, Moenia nos volvía a sumergir en un escenario a oscuras, pero en esta ocasión en una total oscuridad; todos intuíamos esta vez de qué se trataba y al unísono de la voz de Alfonso fuimos prendiendo nuestra lámpara del celular o lo que tuviéramos a la mano que destellara de manera simbólica para simular una estrella, y como si se tratara de un firmamento, toda la platea se ilumino al sonar “Manto Estelar”, es una de sus más bellas y representativas canciones. Ninguno de los presentes titubeaba al cantarla.

Con las emociones a flor de piel nos volvían a sorprender con la presencia de un nuevo invitado; en esta ocasión se trataba del cantante Alex Syntek, abriéndole paso al escenario mientras sonaba “La Tormenta”, la cual es una de sus más recientes colaboraciones. Poquito después, sin dejarnos tomar aire y volviendo a darnos justo en la nostalgia, nos venían a rematar con otra de sus más representativas canciones “Ni Tú Ni Nadie”. En compañía de Syntek, cantamos y bailamos como en los 2000´s.

Y como era de esperarse, siempre se guarda lo mejor para el final. Ya acercándonos a tan fatídica hora comenzó a sonar “¿En Qué Momento Pasó?”, el público no dejaba de cantar cuando de nuevo nos volvían a dar con todo y esta vez se trataba de “No Dices Más” en la que Alfonso compartía su escenario y nos dejaba cantar a capela el coro, como si de una ráfaga de emociones se tratase. Enseguida continuaron con “Morir Tres Veces” donde estamos seguros que rodaron varias lágrimas, coff, coff.

En lo que parecía una abrupta e inesperada despedida, Moenia desapareció del escenario como si de un truco de magia se tratase, dejándonos a varios con el sentimiento de no saber si ya todo había terminado, para poco después aparecer cantando “Ya No Es Así” y “Mis Ojos Sobre Ti” justo en medio de las butacas en un escenario pequeño que relativamente estaba a centímetros de la audiencia, haciéndonos sentir cada vez más cercanos a ellos. Terminando por abrirse paso de nuevo al escenario principal para, ahora sí, dar el último de sus espectáculos en el que inesperadamente los esperaba una joven con tambores para interpretar el cover de “Just Can’t Get Enough” de la banda Depeche Mode. Y como cereza en el pastel, cerrando la noche con “No Puedo Estar Sin Ti” para dejarnos sin aliento.

Sin duda un gran espectáculo, digno, a la altura de una banda tan talentosa y trascendental en la historia musical mexicana. Moenia nunca decepciona; por cierto, para el final, después de semejante puesta en escena, estamos seguros que ya nadie recordaba los estragos de la lluvia.

Reseña: Pepe Bárcenas | Fotos: OCESA

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