La banda Zacatecana Enjambre ofreció una noche inolvidable en el Auditorio Nacional el día de ayer, donde llevaron a cabo la primera de dos fechas completamente agotadas. Este concierto, que marca prácticamente el cierre de su gira Noches de Salón, estuvo lleno de momentos memorables que reflejaron la estrecha conexión entre la banda y su público.

Un dato significativo es que, justamente hace un año, Enjambre inició esta misma gira en el Auditorio Nacional. Volver a este icónico escenario para cerrarla fue un gran logro para la banda. En aquel entonces, Noches de Salón recién se estrenaba y, aunque algunas canciones ya eran conocidas, otras eran nuevas y el público aún no estaba tan familiarizado con ellas. Ahora, la historia fue diferente. Cada tema resonaba en las paredes del Auditorio, coreado por los miles de asistentes que llenaron el recinto.

La banda interpretó el álbum casi en el mismo orden que aparece en el disco, sumando tres canciones adicionales que elevaron aún más el entusiasmo de los presentes. La conexión entre la banda y su audiencia fue evidente en cada tema, ya que todas las canciones fueron coreadas al unísono por el abarrotado Auditorio Nacional.

El punto culminante de la noche llegó con Divergencia, canción con la que Enjambre puso fin a un concierto lleno de energía y nostalgia. La ovación de pie que recibieron al cierre del show fue una muestra del agradecimiento y amor del público hacia una de las bandas más queridas en la escena musical mexicana.

Este concierto no solo fue un recorrido por el más reciente trabajo de la banda, sino también un tributo a la profunda relación que Enjambre ha forjado con sus seguidores a lo largo de los años. Sin duda, una noche que quedará grabada en la memoria de todos los asistentes.

Texto: Sergio H. Silva

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