2012 fue el año en el que Pulp vino por primera vez a México con un show en el Palacio de los Deportes, después todo se volvió incertidumbre ya que no sabíamos si algún día iban a volver, las esperanzas eran bajas pero nunca nulas, sus fans los seguían esperando con el corazón en la mano. De pronto Pulp da señales de vida y comienza su gira mundial, anuncian fechas en Latinoamérica y la alerta se enciende en México junto con miles de velitas que todos sus fanáticos prendimos para que anunciaran una fecha en tierras aztecas.

Pues las plegarias fueron escuchadas y sin pensarlo el Festival Corona Capital lo hizo posible: Pulp regresa a México y San Jarvis Cocker estará con nosotros de vuelta. Pasaban los días y poco a poco se iba acercando la fecha y los fans comenzaron a juntarse, aquellos fans que siempre existieron, regados por la República Mexicana que sin conocerse los unía una sola cosa: la música.

Reaparecen los club de fans y el ánimo crece y así es como nace el Club Oficial (sí, oficial, ya lo dijo Nick Banks en su Twitter) de los Pulparindos, (de los cuáles hablaremos más tarde) parte importante del show de Pulp en el CC. Llegó el gran día, la banda inglesa se presentaba después de Phoenix, la gente tomaba sus lugares y algunos otros lo tomaron en la valla desde el inicio del día.

Se apagan las luces y en la pantalla podemos leer lo siguiente:

“Hagan ruido, dije: HAGAN RUIDO, está bien, los escuchamos, esto es lo que hacemos como encore”

El escenario se pinta de rojo y a lo lejos al centro, arriba de unas escaleras percibimos la silueta que con tan solo verla la reconocemos de inmediato, sus pantalones acampanados y el pelo desmarañado comienza a moverse y cantar “I Spy” pieza importante del “Different Class”, comenzando el show de una manera dramática y sensual como solo Pulp lo sabe hacer.

Jarvis saluda e inicia con una dinámica para interactuar con el público: 1, 2, 3 ,4, aplauso y comienzan los primeros acordes de “Disco 2000” acompañado de decenas de cervezas aventadas al cielo, brincos, gritos y mucho baile, dejándonos ver que una verdadera fiesta comenzaba para el escenario Vans que celebraba que por fin nos reunimos todos en el año 2023 para ver a una banda importante del Britpop.

“Background Noise” canción nueva fue presentada y dedicada para la actual pareja del vocalista, seguida de “Pink Glove”, Weeds”, “Weeds II”, “F.E.E.L.I.N.G.C.A.L.L.E.D.L.O.V.E” y “Sorted for E’s and Wizz”. De pronto Jarvis sube a las escaleras y en la pantalla un gran candelabro aparece, de nuevo la silueta de nuestro vocalista favorito aparece pero ahora sentado en un sillón para iniciar “This is hardcore” canción que sonó de manera majestuosa y la gente no podía creer lo que estaba viviendo en ese momento, ya que presenciar los movimientos de Jarvis arriba del escenario es algo que se tiene que vivir por lo menos una vez en la vida, movimientos icónicos que nunca nadie tendrá.

Y ahora sí, aquí la parte importante de la que les hablábamos, Jarvis comentó que en México existían “very hardcore fans” que se hacían llamar “Los Pulparindos” y de pronto mostró una caja de los ya tan famosos y tradicionales dulces, caja que le regalaron los fans en una visita bastante respetuosa y amorosa que le hicieron a los cuatro integrantes quienes agradecieron en su momento. De pronto lo que jamás uno imaginaría pero que sólo en México pasan estas cosas: Jarvis aventando Pulparindos para todos los presentes para comenzar a tocar “Do you remember the first time”. Acá les dejamos fotos de la gran fanaticada quien fuera responsable de tan curioso suceso.

Club de fans oficial PULParindos, Fotografía: Diego Navarrete

Después vino “Babies” y “Sunrise” las cuales dieron fin a la primera parte y dar entrada al Encore final con “Underwear” y por supuesto “Common People” que hizo retumbar el piso debido a los brincos del público que la festejó hasta el último segundo.

Un concierto que desgraciadamente duró poco, pero que durará para siempre en nuestros corazones y en nuestra memoria, esperando que la banda inglesa regrese en solitario próximamente.

Fotografías cortesía: Corona Capital

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