Hay bandas que llegan para quedarse, pero pocas lo hacen con el estruendo de Carolina Durante. Desde su irrupción en la escena madrileña en 2017, el cuarteto ha demostrado que la irreverencia y la honestidad pueden convertirse en una fórmula tan pegajosa como explosiva. Con un sonido que bebe del punk, el indie y el pop más ruidoso, y unas letras que retratan con descaro la ansiedad, el desencanto y la ironía de la juventud actual, Carolina Durante se ha consolidado como una de las bandas más representativas del rock en español de los últimos años.
Su historia comenzó con un golpe de suerte y otro de talento. En 2018, su sencillo Cayetano se convirtió en un fenómeno viral: una sátira afilada sobre la clase privilegiada en España que, sin proponérselo, se convirtió en un himno generacional. El éxito los catapultó a los escenarios más importantes del circuito independiente, y en 2019, su álbum homónimo confirmó que lo suyo no era un golpe de suerte, sino una propuesta sólida, llena de energía y actitud.
Desde entonces, Carolina Durante ha sabido evolucionar sin perder el espíritu caótico que los define. En Cuatro chavales (2022), afilaron aún más sus guitarras y su crítica social, pero fue con Elige tu propia aventura (2024), su tercer LP, que la banda dejó claro que no tiene miedo a explorar nuevos caminos. Este disco mantiene su esencia, pero juega con estructuras más variadas, melodías más elaboradas y letras que reflejan un crecimiento inevitable. Cada vez hacen algo maravilloso sin perder lo que los hace únicos: ese equilibrio perfecto entre ruido, emoción y una conexión genuina con su público.
Pero lo mejor de esta historia aún está por escribirse. Porque todo lo que Carolina Durante ha construido hasta ahora, cada grito de guerra y cada acorde afilado, desembocará en su próximo encuentro con el público mexicano. El 8 de marzo, en el Foro Indie Rocks, la banda madrileña traerá consigo esa energía inagotable, ese caos convertido en himno, y la certeza de que lo que viene será, sin duda, otra gran aventura.
Texto: Sergio H. Silva